Quería hacer esto el día de tu cumpleaños pero si te soy sincera se me está haciendo eterno. Lo sé, siempre he sido muy impaciente. Bueno, allá voy: ¿por dónde empiezo? Quizás un te echo de menos no sería suficiente. Estoy intentando ser fuerte, luchar por seguir viviendo, como tú me has enseñado pero la verdad es que aunque parezca que el mundo sigue estando de pie, dentro de mi se ha destruido gran parte de él. Una parte de mi se ha quedado muerta. Quizás no debería lamentarme de ciertas cosas, ni preguntarme los porques de otras pero necesito poner aquí cómo me siento, dejarlo escrito y abandonarlo de mi mente, obligar a que mi alma, por una vez, saque la basura. Tengo tantas cosas que contarte, tantas cosas de las que hablar contigo. Necesito consejos, de esos que no me da nadie. Necesito que me tranquilices con esa voz que tienes, que para mí era la más bonita del mundo. Necesito un abrazo en los que me sentía protegida. Necesito tantas cosas tuyas, te necesito y no estás. Necesito decirte que cada vez que veo a una niña con su padre en la calle me quiero poner a llorar y refugiarme entre tus brazos. Necesito volver a contarte la historia de cuando me peleé con Paula en 3º de primaria por quitarme un trozo de periódico en el que salías. Necesito un beso en la frente. Necesito oler tu aroma. Necesito que me llames "Javierita Andrea" o "bebita" como solías hacer... Tanto tiempo separados, tanto tiempo siendo tan parecidos. Lo único que me consuela es que has dejado algo tuyo en mí, en mi hermana. Has dejado una huella en nosotros. Me has enseñado más que todos los maestros que he tenido. Te prometo intentar seguir tus consejos, dejar de ser tan insegura, verme las películas de Mátrix sin llorar, intentar no llorar más pero necesito tu ayuda, más que nunca ahora. Necesito más pruebas, Mufasa. Te echo tanto de menos, y siempre lo haré. No quiero olvidarte nunca porque tú me has hecho como soy. Te amo.
La Ro.
