
Reuní el valor suficiente, entonces, pregunté.
-¿Felicidad?,-respondió pensativo.- Puede que alguna vez la tocara o quizás haya soñado con ella pero ahora mismo no sé ni recuerdo que es.
-Es algo muy dulce como sí te comieras un pastel. El momento en el que lo saboreas, eso es la felicidad.
-Nunca me gustaron los pasteles...
-Supongo, entonces que no tiene definición, que es algo subjetivo- me dije a mí misma.
-Pero chiquilla,-siguió riendo- ya deberías saber que las cosas dulces no duran para siempre así que si la andas buscando deberías también tener en cuenta que quizás no sea fácil encontrarla.
Sus últimas palabras se repitieron constantemente durante el resto de mi vida.