Siempre dije que era bueno retrasar placeres, chiquilla pero esta vez no sé que decirte. Creo que no vas bien. Eres una niña perdida perdida en Nunca Jamás. Pero, ¿qué esperas si no quieres creer en las hadas? Tú misma lo buscas. Amas el sufrimiento, reconócelo, reconócemelo Y está bien, ya sabes que pienso que sin lo amargo lo dulce no es tan dulce pero una cosa es retrasar placeres y otra es ser perrito faldero de la muerte.
Ay, niña, cuanto desvelos me provocas.