
Guildenstern: *Del gorro de la Fortuna no somos la borla.
Hamlet: ¿Ni las suelas de sus zapatos?Rosencrantz:Tampoco, señor.
Hamlet: Entonces vivís por su cintura o en el centro de sus favores.
Guilfenstern: En su intimidad.
Hamlet: ¿Así que en sus partes? ¡Ah, claro! Es una golfa.
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